El Reto
El desafío era doble. Primero, desarrollar una campaña de San Valentín para una bodega, un sector donde es difícil destacar con creatividad más allá de las ofertas. Segundo, y más importante, era nuestra primera campaña para Baratote, un cliente con una presencia online ya establecida que acababa de cambiar de agencia. Necesitábamos demostrar nuestro valor y empezar la relación con el pie derecho, creando una campaña que fuera fresca, atractiva y que generara resultados.
Mi Solución
En dupla con el equipo de redacción, desarrollamos un concepto de campaña cercano y divertido. Como responsable de la parte gráfica, mi trabajo fue dar vida a esa idea.
- Dirección de Arte Fresca y Dinámica: Propuse un estilo visual que combinaba la fotografía de producto con ilustraciones y elementos gráficos desenfadados. Utilizamos una paleta de colores vibrantes y tipografías amigables para crear piezas que captaran la atención en el feed de redes sociales.
- Creación de «Personajes» con los Productos: En lugar de mostrar simples ofertas, convertimos las bebidas en los protagonistas de pequeñas historias románticas y humorísticas. Diseñé una serie de gráficas donde los productos interactuaban entre sí, creando una campaña memorable y muy compartible.
- Diseño de Piezas para Redes Sociales: Me encargué de diseñar todas las piezas gráficas para la campaña en Facebook e Instagram, asegurando una comunicación coherente y visualmente atractiva que invitara a la interacción.
El Impacto
La campaña fue un éxito y cumplió su objetivo principal: fue una excelente carta de presentación para la agencia. El cliente quedó muy satisfecho con el nuevo enfoque creativo y la calidad del trabajo gráfico. La campaña generó un alto nivel de engagement, superando las métricas de publicaciones anteriores y sentando las bases para una relación de confianza y colaboración a largo plazo.